Me andan buscando las coplas,
livianitas, lisonjeras,
pa que las vista de canto
y las vuelva chacarera.
Las coplas que a mí me buscan,
lo mismo que las mujeres,
se me acercan despacito
y se van cuando ellas quieren.
Ay, las coplitas más nuevas,
Ay, las viejas muy tocadas,
con las nuevas cielo abierto,
con la otra cara tapada.
Me andan buscando las coplas
y no me hago el distraído,
si viene la pior es nada
díganle que estoy dormido.
Debajo de unos retamos
me dijo una quinceañera:
No quiero que a mí me agarre
la peste de la que espera.
Cuando me pille el cansancio,
si copla y mujer me extrañan,
ya me via´ arreglar solito
meta verso y pura maña.
Yo no soy chacarerero
de esos que no paran nunca.
Yo más bien soy un silencio
que es el alma de las truncas.