Aquí vengo a pedirte que no te olvides
de toda la ternura que nos unió.
Y que no se marchiten las margaritas
que tu sonrisa puso en mi corazón.
Margaritas perfumadas
con la gracia de nuestro amor.

Recuerda mi vestido con margaritas
cuando la primavera se despertó.
Se hacían pequeñitas las florecillas
al lado de la rosa de mi pasión.
Margaritas perfumadas
con la gracia de nuestro amor.

Cuando venga la luna por el camino
y alumbre lo escondido de mi rubor,
mi pelo tendrá flores de margaritas
y mi cintura rosas de la pasión.
Florecitas perfumadas
con la gracia de nuestro amor.

Acuérdate que hicimos una promesa
y luego me dejaste sin compasión,
se muere así la rosa de mis rubores
y veo margaritas en mi dolor.
Florecitas marchitadas
en la arena del corazón.

Mañana, cuando brille la primavera,
saldré a buscar las flores de mi ilusión
y habrá tan solo penas en la ventana
y un sol de margaritas que se apagó.
Florecitas marchitadas
en la arena del corazón.

Cuando venga la luna por el camino
y alumbre los encantos de mi rubor,
extrañará mi pelo las margaritas
y mi cintura rosas de la pasión. 
Florecitas marchitadas
en la arena del corazón.