Verdes cañaverales, que bajo el cielo,
van pintando esperanzas en Tucumán.
Callecitas humildes de naranjales
y una nostalgia ardiente en mi caminar.
Verdes cañaverales, que bajo el cielo,
van pintando esperanzas en Tucumán.
Allá suena la “Zamba del Arribeño”
y un murmullo de rezos, a la oración,
le abre paso a la luna que, recostada,
se mete silenciosa en mi corazón.
Le abre paso a la luna, ya recostada,
y un murmullo de rezos a la oración.
Simoca,
iré a buscarla a mi tucumana,
en un sulky pintado de claridad.
Y ha de ponerme azahares sobre la boca,
Pa que huela a Simoca mi eternidad.
y ha de ponerme….
Ella soñaba zumo de los trapiches,
y yo soñaba el dulce repiquetear
de su risa añapera por las mañanas,
y su blusa celeste jacarandá.
Ella soñaba zumo de los trapiches,
yo, su blusa celeste jacarandá.
Caminos de guitarras, sábado adentro,
y un vuelo de pañuelos en el bailar,
cuando ardía la feria de mis paisanos,
fiesta criolla y querida de Tucumán.
Caminos de guitarras, sábado adentro,
fiesta criolla y querida de Tucumán.
