Hay un hombre acorralado
por cuestiones de salario
y un morocho que es bancario
y su mujer lo hace infeliz.
Hay una mujer madura
que ningún varón le dura
y un civil que es policía
que ya no puede dormir.
Y una niña adolescente
que anda en cosas indecentes
y un muchacho retardado
con su madrecita al lado.
Y en la habitación del fondo
se desviste la Rosario
que por cobro de salario
tiene un cliente y son las seis.
Seis en punto suena un timbre
gritan un allanamiento
y en ese mismo momento
llega la televisión
Todos salen de las piezas
hay una mujer que reza
la más chica se entusiasma
y se deja entrevistar.
Vienen de la Federal
van directo hacia una puerta
no permiten gente cerca
no se puede ni mirar.
Mientras que la entrevistada
dice acá no pasa nada
en esta pieza allanada
de noche canta Gardel.
Pero grita otra vecina
que yo soy la bailarina
y las cámaras que giran
enfrentando a esa mujer.
Y ésta dice espérense,
voy al baño que es urgente
pero la prensa eficiente
la acompaña en su quehacer.
El recinto es medio estrecho
ella ocupa el inodoro
todo se vuelve sonoro
casi no se puede ver.
Cuatro están bajo la ducha
hay tres cámaras que luchan
la del maquillaje empuja
en la puerta hay como diez.
Y ella con auriculares
mientras la van empolvando
sale en vivo, ahora le explican
guarda, le contamos tres.
Tres paquetes van sacando
ahora está la policía
junto a toxicomanía
que se acerca a declarar.
Es la operación Gardel
todo va en discos de pasta
la del baño grita basta
y se los quiere comer.
“Soy la nieta de Perón,
vos a mí no me tutees
chupamedias, alcahuetes
de ése que rifó el balcón”
Y yo me muero madre mía
ya no aguanto esta manía
mezcolanza conventillo
todo es la televisión.
Junto con la policía
la farándula tilinga
y el machaque noche y día
con la globalización.
Amenaza que perdamos el control. (Remoto
aunque sea)
