Yo recuerdo que me hice muy famoso
mucho después de mil nueve veintitrés
cuando anunciaba mi fervor por Buenos aires
sin haber muerto la joven timidez
Yo que sabía si andaba en aquel tiempo
buscando atardeceres y arrabal
las quintas por el sur o en el poniente
errores de Unamuno y poco más
Yo recuerdo que me hice muy famoso
parece cuento pero es pura verdad
Y entré a cantar luces dispersas
barrios sin mar y madreselvas
La plaza San Martín, el patio y el jazmín
amaneceres
Llegué a ser así todo un porteño
corazón arrabalero que hablaba inglés
Un almacén rosado como un sueño
me dió carné de dueño y me quedé
Yo no soy el maestro, el que corrige
soy el muchacho que anunciaba su despues
nunca fui yo, fui Macedonio, fui Lugones,
la oscura calle que no pude conocer
Y sin embargo mi nombre en las esquinas
con lujo, por paciencia y por piedad
transita sin pudor y sin permiso
ya ven, no digo nada, soy nomás
Yo recuerdo que me hice muy famoso
extraña causa de la casualidad