La pasiones me van de sombra, los amores iluminan
y el medio de la duda, nace un tango con dolor.
Y el pecado solitario se persigna en el silencio,
de vivir tan brevemente como el alma de una flor.
Berretín de lo prohibido, Satanás de lo inseguro.
Yo no sé quién llegó tarde, si tu vida o fue mi amor
Confusión que por las manos, va tanteando lo imposible
de dejar en otra boca la idiotez del corazón.
La traición se vuelve oficio, en los naipes del misterio
Y está loca cuando juega, aunque sepa que perdió.
Una noche, es una noche por el alma haciendo yunta
Y en tus ojos, se me junta la locura de los dos.
Y otra vez hasta mañana, se resuelve la miseria,
de culparse esta demencia que ninguno preparó.
Arrabal de la inocencia, barro suave de tu cuerpo
Se va armando entre los dedos, la figura del adiós
