Caricia que no se entrega, se parece a la canción esperando que la inventen y no quedar ilusión. A veces, brilla de pronto: música, verso, calor; a veces queda en la sombra, desconfiando del cantor: la canción tiene sus vueltas, tantas como la razón. Palabras que no se dicen se nos vuelven nubarrón de arenas que se amontonan encima del corazón . Oscureciendo verdades, ternuras y, que se yo, tal vez sentires profundos acosados de dolor; el viento tiene sus mañas igual que nosotros dos. Al tiempo no se lo elige, ni se le dice qué hacer; él anda por donde quiere; hace y deshace también. Por eso, ni lo molestes con tus pesares mujer; no le preguntés el cómo, dónde, cuándo, ni el por qué; ese señor es tirano. Ya sabemos cómo es él. Sincero es lo que te quiero decir en esta canción. Espero que la comprendas, me la dicta un. diapasón. En versos entreverado, entre sentimiento y son, está lo que te declaro, lo que canto para vos. Milonga profunda y rara, como el amor de un cantor