Desde el umbral agreste de mi ventana,
Veo pasar la vida y su realidad,
Cientos de hombres con hambre y sed de justicia,
Huérfanos de la vida su caminar.
Como escribir un verso de enamorados,
Como hacer las canciones que hablen de amor,
Si allá afuera las plazas están repletas,
De los que se cansaron ya del dolor.
Justicia vengo a pedir.
Y aquí estoy junto a mis hijos,
Esperando que me devuelvan el sol.
Y ya se, querrán callarme,
Por que ya no canto canciones de amor.
Justicia vengo a pedir.
Como harán por las noches para dormirse,
Y mirar a sus hijos al despertar,
Si en sus ojos poblaron las ambiciones,
Que hoy le cuesta a mi patria la libertad.
Una infancia dolida con pies descalzos,
Es el triste paisaje de mi ciudad,
Con la ausencia de aquellos que ya volaron,
Todos sitiados de hambre e impunidad.
