Me juró toda la vida que yo era su amor eterno
Y que yo era su alegría, la llamita de su fuego
Aquellas noches ardientes las llevo aquí en mi recuerdo
Impregnadas en mi pecho como la noche al silencio
Enamorada en mis brazos musitaba “eres mi cielo”
Mientras la pasión crecía y era una hoguera aquél lecho
¡Ay, que bello es el amor! solía decir gimiendo
Estribillo
Y pensar que ella anhelaba un hijo de nuestra sangre
Aún recuerdo sus palabras cuando así me lo pedía
Leonel Agustín si es hombre, Aurora Elia si es niña
I bis
Eres mi dulce capricho y eres también mi locura
A cuántos se lo habrá dicho bajo la luz de la luna
Un refrán aunque me duela muy convencido repito
“La mujer”, decía mi abuela, “es el más extraño bicho”
Con una sonrisa miente, con una caricia engaña
Le brotan de sus entrañas los más fríos juramentos
No tiene arrepentimiento, porque jamás tuvo alma
Estribillo
Y pensar que ella anhelaba un hijo de nuestra sangre
Aún recuerdo sus palabras cuando así me lo pedía
Leonel Agustín si es hombre, Aurora Elia si es niña