La luna, como es mujer,
se muestra y desaparece
y en la ochava manda el sol
verdugo de las paredes
Mientras tanto el viento arrastra
olor de olvido inclemente
(siempre el olvido es memoria
que brilla porque está ausente)
Cuando se impone un olvido
los hombres empequeñecen
y la vida sólo es
un ritual de defenderse
Pero, venciendo al olvido
se me hace que el hombre crece
y ya no pueden pararlo
ni el tedio ni las paredes
Deje nomás que el olvido
se haga señor en las calles
los hijos de nuestros hijos
ya sabrán como arreglarse
Unos gozarán la infamia
otros, vergüenza y coraje
hay pocos como el olvido,
venenoso y saludable
Cuando los hombres olvidan
traiciones y padeceres
se les vuelve vida nueva
lo que pudo ser la muerte
El hombre es de tropezar
con piedras que había pisado
la historia a veces regresa
montada en nuevos caballos