Si acaso no te vi al despertar,
es que había en mi horizonte algo más... me esperaba.
Sabía que te dejaba atrás. No importaba.
Había calma.
Amanecer,
esa luz que libera fronteras,
una racha de buena suerte para mi,
la esperanza que habita en mis venas,
sus colores me llevan lejos de aquí.
Tuve prisa, no aguantaba la ansiedad.
Me empujaban los deseos de volar.
Era frágil. Eran sueños de Alondra.
No fue fácil dejar las sombras.
Amanecer,
esa luz que libera fronteras,
una racha de buena suerte para mi,
la esperanza que habita en mis venas,
sus colores me llevan lejos de aquí.
Fue un salto al Universo,
una Revolución,
un trayecto al Monte del Sol.
Amanecer,
esa luz que libera fronteras,
una racha de buena suerte para mi,
la esperanza que habita en mis venas,
sus colores me llevan lejos de aquí,
el misterio que invita a que creas
que el dolor no se queda, solo viene y se va;
es el brillo en las gotas que quedan
como blandas cadenas, restos de mortandad;
esa luz que libera fronteras,
una racha de buena suerte para mi.
