Tus ojos me regalan las ganas de vivir,
el sol en la mañana y un día por parir,
enfrentarme a lucha, la contienda del hombre,
y en tus brazos me olvido y encuentro las razones,
de seguir caminando empeñado entre mis versos,
buscando las respuestas de solo te da el tiempo,
apelando al ingenio para aprender de los errores
y poder merecer el estar vivo y ser tu hombre.
Tus ojos eliminan los temores a morir,
invitan a ese riesgo que tiene el compartir,
enfrentar la alegría, con mi triste mirada,
y en tus brazos me olvido de ser todo y no ser nada,
soy el alma que vive escondido entre mis letras,
mis logros y derrotas, mis momentos y condenas,
sos la mano que oprime los botones del misterio
y yo tengo la suerte de abrigarte con mi cuerpo.