ella respira en la membrana
de un tambor
remojado en la garganta
desde la piel de cueros costurados
hasta la aguada de los teros
lejos a veces
cuando pienso las alturas
soy un cóndor que se arroja contra el frío
arrancándose las alas
en el filo de los pinos
y los volcanes se hacen llamas en los dedos
y me truenan los potros torturados en las venas
y esta voz hermano
que es cenizas en los labios
pretende ser cascada en el desierto
desde la sangre caer mi llanto
gritar
hasta el abismo del silencio….gritar