Con pasito leve, en dulce letargo
un soplo de vida que arrulla mi alma
llega la mujer del silencio largo
y que en breves frases me vuelve a la calma.
No se de que mundos la trajo la brisa
mujer, angel mío, de dorado aliento
de mi lucha diaria, rescata sonrisas
me guarda el camino y cuida mis tiempos.
Como te adentraste tan hondo en mi pecho
tus labios, tu piel, rasgaron mis manos
como es que dormiste, a mi lado en mi lecho
si es que nuestros cuerpos jamás se acercaron.
Que hermoso designio marcó mi futuro
que sino perverso, demoró tu arribo
tierna golondrina, que me hiciste tuyo
con el simple roce de tenues latidos.
Sin embargo, estabas, en nuestra memoria
estrella de luz, telar de mi historia
Solo se que desde ese tibio momento
me abrazan tus ojos, me besa el silencio