Por los álamos verdes
Se trepa el alma,
Y en la acequia dormida
Se trepa el alma.
Agua erguida es el álamo
-casi agua en vuelo-
Vieja sed del Oeste,
La bebe el cielo.
Por los álamos verdes
Ay, compañera,
Se hizo temblor y canto
La vida entera.
El hombre de este valle
sabe de olvidos,
como el álamo verde
Sabe de nidos.
Resplandece el Lucero,
tirita el alma,
y para que amanezca
La diuca canta.
¡Cante la diuca y canten
álamos verdes!
Será ese canto el canto
Que me recuerde.